● Sistema constructivo:

En el camino Casma-La Huacha, la segunda vivienda (cruzando la línea , a mano derecha) es actualmente el Supermercado La Esquina que conserva intactas las estanterías de antaño y luce en su interior los típicos contenedores con tapa que dan al suelo y donde se ponían los sacos de harina, papas y cereales que vendían por kilo a los vecinos.

Es una construcción menos extendida y más alta que la de Roberto Simpson 11, y queda en la esquina de 2 importantes calles: Portales y Berta Díaz. Sus ventanas se cierran a través de gruesas trancas de madera pintadas de blanco que, al abrirse, son un buen escaparate para los variados productos que ofrece el almacén: desde teteras de aluminio hasta fruta y verdura; platos, ollas, linternas y todo tipo de utensilios de limpieza para el hogar.

Construida a pasos de la línea del tren, esta casa corresponde el tipo simple y fue armada por los mismos dueños apoyados por vecinos. Estructurada en tabiquería de maderas de la zona como laurel, pellín y alerce, con cubierta de tejuelas en el primer piso y tablas horizontales en el segundo, presenta postes, vigas y diagonales en un largo corredor, actualmente encementado. La casa consta de 2 pisos, y cumplía las 2 funciones que aún permanecen: casa familiar y almacén.

Tenía una sencilla volumetría, paralela al eje de la calle, que fue reestructurada en los años 80 cuando fue refaccionada por Norma Guimpel Neuman, casada con Ulises Paredes, hijo del mandante, para mudarse desde Frutillar y convertirla en su residencia. Entonces, se rebajó una parte del segundo piso; se reforzó el corredor (que pasó a ser de cemento) y se dio una mayor importancia a una especie de ventana-lucarna que sobresale en el medio de la techumbre.

Actualmente tiene 10 piezas (living comedor-cocina-baños en el primer piso y 4 dormitorios en el segundo), además de una trastienda-bodega ya que sus dueños conservan el negocio de la familia.

● Reseña, entorno y usos:

Nicodemo Paredes González, oriundo de Casma, hombre con grandes dotes para el comercio, construyó esta casa al darse cuenta de que la cercanía del tren presentaba una gran oportunidad para el lugar, un sencillo caserío donde vivía muy poca gente y que dependía de Frutillar y Purranque para todos los servicios, incluyendo la educación y la salud. Una vez construida, La Esquina funcionó como un almacén donde se vendían al por menor y mayor granos, semillas, harina y papas en el mismo local y muebles que aún conservan los nietos, y como casa habitación familiar que fue reformada muchos años después de su construcción en los años 80.

Casma nace junto con la llegada del Ferrocarril, en 1911, fecha en que vivían muy pocas familias ya que todas habitaban en el campo. La localidad se bautizó ese año con el nombre de “Copío” y, según recuerdan los casminos, el nombre podía provenir de 2 fuentes: cuenta uno de sus más antiguos vecinos, don Baltazar Huenuqueo , que sería un derivado fonético derivado de la flor del copihue. Sobre el nombre de Casma circula una versión que sostiene que , mientras se construía la Estación, un trabajador recordó una batalla en Perú, la Batalla de Casma. Y bautizaron con ese nombre al poblado Copío, basándose en esta ciudad peruana, capital del distrito del mismo nombre y provincia ubicada en el departamento de Ancash, cerca del río Casma y en medio del desierto costero peruano.

Pero Casma hoy tiene su propia historia. Con aproximadamente 2 mil 500 familias, se ha ido transformando de un pueblo que era casi 100% rural y diseminado, en una ordenada población en la que los nombres de sus calles recuerdan a sus vecinos destacados, y donde viven pequeños y grandes empresarios, agricultores, comerciantes. Hoy pueden contar con orgullo que actualmente el Alcalde de Frutillar es César Huenuqueo, casmino de nacimiento .

También muestran bellos jardines ( una casmina ganó el Primer Premio Concurso Jardines de frutillar 2017), una Escuela de muy buena construcción y un Retén de Carabineros bien aperado.

La primera Escuela se formó el año 1928 y su primera directora fue Elcira de la Jara. Asistían los niños que venían de los campos y solamente a los primeros años de enseñanza. Luego, la formación académica debía continuar en una población vecina, Purranque. En Salud no existía la posta ni los primeros auxilios y los enfermos tenían que tomar el tren de las 10 am para trasladarse también a Purranque donde estaba el Hospital más cercano. “A veces, se moría gente ante de llegar porque en invierno era muy difícil trasladarse y la espera del tren era la única manera de hacerlo” cuenta Nora Águila Guerrero, esposa de Baltazar Huenuqueo, también nacida y criada en Casma quien, con visión de futuro, fue una de las 5 niños que siguieron los estudios en Purranque hasta recibirse de Enfermera. La formación dada por el entonces director del Hospital, doctor Juan Hepp, era de muy buen nivel y tan avanzada que luego de recibirse Nora Águila se hizo cargo de la Primera Posta de Casma donde tenía que diagnosticar, ser matrona, curar enfermos y entregar medicamentos. ¨Mi marido me ayudaba con una camioneta International para trasladar a los enfermos porque no teníamos ningún vehículo en la posta¨, recuerda.