Cementerio General de Frutillar

Mandante: Familia Winkler Gerhardt.

Dirección: Salida Norte Frutillar Bajo.  Camino a Los Bajos.

Año de Construcción: 1864.



Sistema constructivo:

En los cementerios, tal como en la ciudad, se expresa una diversidad de ritos, estilos y credos que se reflejan en las distintas lápidas y los materiales en los que estas están fabricadas. Las del Cementerio General de Frutillar Bajo son tumbas austeras y sencillas, fabricadas en piedra al igual que en la mayoría de los cementerios de la cuenca del Lago Llanquihue, bastante similares y de colores homogéneos como el gris grafito de la piedra ocupada en la mayoría de las lápidas donde están inscritos los epitafios. Pese a esta similitud, destacan algunas con detalles decorativos sobre todo en las de mayor antigüedad.

El emplazamiento del cementerio es un punto interesante, ya que se abalcona en dirección al lago Llanquihue y al volcán Osorno. Un lugar privilegiado, sobre todo en un día despejado, porque las siluetas de las lápidas se recortan y contrastan con el azul del cielo y el lago Llanquihue.

Reseña, entorno y usos:

Aunque para los colonos germanos el cementerio se encontraba en Puerto Montt, lo usual era la creación de cementerios familiares en sus propios terrenos, debido a las largas distancias e inhóspitos caminos.

Debido a lo anterior, en la actualidad existen más de cien pequeños cementerios familiares alrededor de toda la cuenca del lago. Las tumbas eran de coihue y los entierros se realizaban a 1,30 metros de profundidad. En su mayoría se encuentran mirando hacia los volcanes, lo que se interpreta como una valoración de los colonos hacia el paisaje y su entorno.

El Cementerio General de la ciudad de Frutillar data del año 1888, y fue originalmente el cementerio de la familia de Germán Winkler Gerhardt. El primer entierro se realizó en 1864 y para 1900 contaba con solo 9 tumbas. En la actualidad mantiene su uso tradicional y es visitado tanto por deudos como por turistas.

Citas:

"...aunque poco después de la llegada de los primeros alemanes a la zona del Llanquihue se creó el primer cementerio para estos, el de Puerto Montt, del que hay registros que datan de 1859, las diferencias de credos, la severidad del clima, las falta de caminos y las grandes distancias determinaron que fueran una costumbre frecuente que se crearan cementerios familiares, es decir, que los colonos solían enterrar a su gente en los terrenos de sus fincas o en lugares próximos a ellos. Los ataúdes solían ser de madera de coigüe los mismos por los que nos deslizamos en tirolina y eran enterrados a aproximadamente 1,30 m".

En: https://es.m.wikipedia.org/wiki/Museo_Colonial_Alem%C3%A1n_de_Frutillar

"Cementerio Municipal: El primer entierro se realizó en el año 1864 y se limitaba a la chacra n° 40 de Germán Winkler Gerhart. En 1888 se transforma en Cementerio General de la comuna".

WEIL Jorge. Op. Cit. Pág. 162.

"La gran mayoría de estos cementerios y sepulturas particulares, muy diseminados en la región de la Colonia han tenido que ser rebuscados en todos los rincones donde una vez fueron sepultados los primeros y más antiguos colonos; estos antepasados, héroes del trabajo que nos dieron el ejemplo de tenacidad en la gran obra de la colonización la sufrieron calladamente y a nadie le fue regalada una vida placentera, el lema era el trabajo. Había que subsistir con la familia en esta inmensidad de la cruda naturaleza y es nuestro deber honrar estas heroicas obras. El ignorarlas significaría una muestra de inferioridad cultural”.

HELD Emilio, "Cementerios de la época de la Colonización Alemana en la zona de Llanquihue". Inst. Geográfico Militar. 1986.