● Sistema constructivo:

Esta vivienda está categorizada como inmueble de “valor ambiental”, esto quiere decir que posee características formales que se inscriben en el imaginario del paisaje de la zona típica. No es una casa que pueda ser inscrita dentro de las categorías formales de chalet o primitiva, toma algunos elementos historicistas y adiciona otros que se acercan a los modernismos de las vanguardias europeas representando una arquitectura de transición.

La estructura está compuesta de madera ejecutada con tabiquería de pilares, vigas y diagonales unidas con clavos, sobre fundaciones corridas de hormigón armado. Alcanza los 7 metros de alto, con dos niveles. Presenta una volumetría sencilla compuesta de una ala principal, longitudinal a la calle a dos aguas, de la que se intersecta de forma perpendicular un frontón de dos aguas, quebrando la regularidad de la fachada.

Utiliza como revestimiento el tinglado horizontal con traslape tres cuartos de la parte inferior y vertical para la parte superior de la casa. Mantiene el uso de tejuelas como revestimiento de la techumbre y como particularidad incorpora un balcón por su fachada oriente con vista al lago. Es una casa sin ornamentos adicionados, lo que muestra austeridad y sencillez.

La distribución de la casa se estructura en base a un eje central desde el cual se reparten los recintos de la casa. Está manera de diseñar el programa de las casas fue ampliamente utilizada en Chiloé y de toda la cuenca del Llanquihue.

● Reseña, entorno y usos:

Este inmueble pertenece a la denominación de inmueble de valor ambiental, dentro de la declaración de zona típica de Frutillar, el año 2013. La zona típica corresponde a una agrupación de bienes inmuebles, en este caso urbano, que constituye una unidad representativa de la evolución de la comunidad humana, y que destacan por su unidad estilística, su materialidad o técnicas constructivas. Es un conjunto que representa claramente las formas de vida de la comunidad. La gestión de la declaración fue realizada por la Junta de Vecinos N° 1 de Frutillar Bajo, buscando una forma de proteger el entorno ante la amenaza inmobiliaria.

La casa se mantiene sin modificaciones desde su construcción hecha por don Humberto Tomás Cancino Ochoa, constructor frutillarino a quién se le atribuye la realización del conjunto de inmuebles de cuarta generación de la Zona Típica. Si bien se desconoce el año exacto de su construcción, su estilo nos hace ubicarla en los años 40.

Destaca el volumen posterior al inmueble, el que funcionada en su origen como lavandería familiar.

La familia de Otmar Nannig, descendiente de los primeros colonos de Frutillar, provenientes de la región de Silesia y quienes viajaron en barco con sus 3 hijos pequeños, compró hace 52 años este inmueble, conservándolo de generación en generación y manteniendo su uso original como vivienda. La casa está muy bien mantenida en su interior, con una pintura en tonos verde-azulinos y decorados con muebles de los años 50. El lugar principal del inmueble, al igual que en todas las casas de la época, sigue siendo la cocina ya que se utiliza una estufa a leña que calefacciona el espacio. El exterior ha sido pintado del mismo color amarillo que la caracteriza y el garaje se utiliza como punto de ventas de una inmobiliaria.

● Citas:

En Genealogias de Familias Alemanas

“Johann Christian Gottlieb Nannig (LEGA2002), n. 10 noviembre 1799, + Frutillar 26 febrero 1872, sepultado chacra N°42 Frutillar; agricultor; oriundo de Ober Wüstegiersdorf, distrito de Waldenburg, Silesia; llegó con su esposa a Puerto Montt el 27 septiembre 1856 en el barco hamburgués Grasbrook, que zarpó desde Hamburgo hacia Puerto Montt, Valdivia y Valparaíso al mando del Capitán H. Bruhms; recibió la chacra N°41 en Frutillar; c.c. Anna Rosina Schubert [n. 20 agosto 1810, + Frutillar 17 julio 1876, sepultada chacra N°42 Frutillar].” En: WEIL Jorge. "Historia de Frutillar. 160 años de Frutillar". Editorial Universidad de los Lagos. 2016. Pag. 51.

“Proveniente de Silesia, Gottlieb Christian Nannig llega a instalarse en la chacra 41 el año 1856”.

En: MERINO Vicente, “El manto y la carga: Contradicciones entre políticas de protección y mantenimiento de los inmuebles patrimoniales.Afectaciones funcionales de la norma 17.288 en cuatro casos de estudio”. Taller de investigación PUC: Paisaje Patrimonial y cultural de la zona típica de Frutillar. Profesora: Gloria Saravia, Arquitecto y Doctor en Proyectos Arquitectónicos, (Cum Laude) Universidad Politécnica de Catalunya, Barcelona – España, 2009, Docente de pregrado y postgrado de la Escuela de Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Pág. 10.

“d. Casa Nannig I (Imagen 10) Este inmueble pertenece a la denominación de inmueble de valor ambiental y su estilo arquitectónico corresponde al de influencia moderna, del tipo cuarta generación. (10) No existe una fecha clara respecto a la construcción del inmueble, pero por sus características arquitectónicas se cree que debe haber sido construido entre 1940 y 1950.

Actualmente pertenece a Ottmar Nannig y a Edelia Ramírez, quienes debido a su avanzada edad han tenido varios problemas con el inmueble. Debido a problemas con la techumbre de la casa, se generaban goteras que deterioraron y enfriaban el interior de la casa, por lo que doña Edelia, al contar con su marido enfermo y postrado, debió requerir al cambio de esta. La techumbre original estaba realizada con tejas de alerce, pero por falta de presupuesto y por la urgencia del arreglo, debió cambiar estas por planchas de zinc.(11) Estos son algunos casos representativos de los inmuebles que sufren de problemas por las restricciones funcionales que produce la norma, pero todos los inmuebles protegidos dentro de la Zona Típica de Frutillar Bajo se ven afectados por la declaratoria y la normativa”.