● Sistema constructivo:

La plaza cívica, al igual que la configuración urbana de Frutillar Alto, fue emplazada de forma lineal, paralela al eje ferroviario. Posiblemente la plaza se generó de manera espontánea en torno a la actividad del tren. Tiene 4.000 m2 con un ancho de 30 metros por 133 metros de largo y un perímetro total de 350 ml.

En el año 2013 el espacio fue remodelado con una inversión de 140 millones de pesos para construir los bordes de la plaza, una pileta iluminada, rampas de acceso universal, pavimentos, asientos y jardineras para áreas verdes. Del total, 120 millones de pesos fueron aportados por la Subsecretaría de Desarrollo Regional, y 20 millones de pesos fueron dispuestos para los juegos musicales especiales para espacio público. Entre ellos un arpa metálica anclada al piso de más de 1.5 metros de alto.

El trazado de la plaza se proyectó en líneas rectas. Las circulaciones se concentran en el centro dejando el perímetro libre para áreas de pasto y jardineras. Por el borde exterior se emplazan estacionamientos, lo que debilita la visualización de la plaza desde la calle Alessandri.

En este espacio es posible encontrar árboles nativos e introducidos, y algunos sobrepasan los 15 metros de altura. Destacan 4 tipos de coníferas diferentes, entre ellos un ejemplar de alerce de 5 metros.

Respecto al programa actual de la plaza, frente a su fachada poniente se encuentra la ex Estación Frutillar, hoy remodelada para oficinas municipales como DIDECO, Cultura, Oficina de Centro Comunitarios y el Registro Civil. Frente a su fachada norte se emplazan puestos para la feria agrícola que se desarrolla los días miércoles y sábados. Por su fachada oriente se encuentran los estacionamientos y por su fachada, terrenos de Ferrocarriles del Estado.

● Reseña, entorno y usos:

La mayoría de las ciudades del continente americano se proyecta a partir de una plaza central pero, en el caso de Frutillar, la estación de trenes ha sido la determinante en la ubicación del centro de la ciudad. Su emplazamiento ha dependido más de la factibilidad del terreno para albergar la estación que a un plan urbano y la plaza Carlos Springer surgió de manera espontánea como centro cívico debido a la intensa actividad que acarreaba el ferrocarril.

En torno a este punto se pobló Frutillar Alto, a partir del año 1907, cuando contaba en un inicio de solo 9 casonas, donde peonetas y funcionarios de carga y descarga comenzaron a habitar el sector. Era el horario de llegada y partida de los trenes lo que marcaba el ritmo de la ciudad de ese entonces.

A partir de ese hito fundacional, Frutillar Alto comenzó a poblarse rápidamente, y a tomar un carácter industrial gracias a la llegada de nuevos insumos para los procesos agrícolas durante el siglo XX.

Fue en el lugar de la plaza donde estudiantes y bomberos recibieron en 1956 al presidente de ese entonces, Carlos Ibáñez del Campo, quién fue el invitado de honor para las celebraciones del centenario de Frutillar. Posteriormente a la creación del Club de Jardines de Frutillar, en 1964, se hermoseó y tomó la forma de plaza, al incorporar jardineras y flores y adquirió su configuración y su nombre actual, como homenaje a quien fuera alcalde de la ciudad entre 1971 y 1979, don Carlos Springer.

Remodelada recientemente, incorpora instrumentos musicales de uso público, marcando el sello de la ciudad, reconocida por Unesco el año 2017 como la primera localidad chilena nombrada como Ciudad Creativa de la Música.